Ramala, 22 dic (Prensa Latina) La Franja de Gaza se convirtió en una pesadilla viviente para dos millones de civiles, la mitad de ellos menores de edad, denunció hoy Bob Kitchen, vicepresidente de Emergencias del Comité Internacional de Rescate (IRC).
«La población palestina de Gaza no solo está muriendo a causa de las bombas. Ahora también está muriendo de hambre», criticó el funcionario de la Organización no Gubernamental en un comunicado.
La alarmante realidad de que la mitad de la población muere de hambre allí es una situación insostenible e injusta que exige atención inmediata, subrayó.
Kitchen llamó a Israel a permitir la entrada al enclave costero de alimentos y agua potable.
En medio de la creciente hambruna y el aumento de la inseguridad alimentaria, es fundamental satisfacer las necesidades de las personas afectadas por los conflictos de forma inmediata, segura y eficaz, recalcó.
Al respecto, pidió garantizar la entrega sin trabas de los suministros alimentarios esenciales.
Esto debe incluir la asistencia humanitaria, así como bienes comerciales que son vitales para el funcionamiento de los mercados y para garantizar que los palestinos tengan un acceso sostenible a los artículos que necesitan, subrayó.
Kitchen instó al gobierno israelí a reabrir todos los puntos fronterizos con la Franja de Gaza, cerrados como parte de la estrategia de bloqueo total impuesta por el primer ministro Benjamin Netanyahu.
Por su parte, el IRC llamó al Consejo de Seguridad de la ONU a adoptar una resolución sobre el alto el fuego sostenido en ese territorio con el fin de «proteger a los civiles y garantizar el acceso humanitario sin trabas para evitar la hambruna».
El bloqueo israelí de alimentos, agua, combustible y medicinas y suministros esenciales causa un inmenso sufrimiento a los palestinos, denunció.